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Unidad 1 Detox Emocional

 

Premisas básicas

Programa Detox Emocional y  Creencias

PREMISAS BÁSICAS ANTES DE EMPEZAR EL DETOX:

PREMISA 1

El sufrimiento

Únicamente sufrimos cuando creemos en un pensamiento que está en desacuerdo con lo que es, la realidad.

«Si quieres que la realidad sea diferente a lo que es, intenta enseñarle a ladrar a un gato. Puedes intentarlo una y otra vez, y al final, el gato te mirará y volverá a decir ¡Miau! » Bryon Katie

¿Sabes para qué sufrimos?

Sufrimos porque queremos que la realidad sea diferente de cómo es y ese es un deseo imposible de satisfacer!

Pero vayamos a la práctica, te voy a poner ejemplos de pensamientos que tenemos todos a diario y que si te fijas atentamente te encontrarás discutiendo con la realidad:

“Fulanito debería ser más considerado ”, “Mi marido debería estar de acuerdo conmigo”, ”Mis padres deberían comprenderme”, “Mi amigo tendría que responderme más rápido por whats app”, “Menganita debería ser más agradecida”, “Fulanita debería aprender a escuchar más”, “Menganito debería haberme llamado”, “lo que ha pasado hoy no debía haber pasado”, etc, etc etc…

Con esto no quiero decir que las personas nos convirtamos en pasivas y sin deseo de actuar ni mucho menos. Pero sí es importante darnos cuenta de los pensamientos que nos hacen sufrir y las emociones que surgen de ellos manifestándose en nuestro cuerpo. Cuando esto pasa es hora de volver a tu centro para salir empoderada.

Vivimos peleándonos con la realidad y lo hacemos sin darnos cuenta ya que es un mecanismo natural en todos nosotros, la mente es así y ¡estamos educados para ello!

Hay dos maneras de trabajar con pensamientos, creencias y emociones:

1- Rechazar aquello que pienso/siento y que sé que me daña. Esto me lleva a una lucha incansable conmigo misma: puedo hacer mil y una cosas intentando evitar pensar lo que pienso: meditar, leer, hacer yoga, quedar con amigos, trabajar sin pausa… llevar a cabo mil tareas con tal de distraerme para no sentir lo que siento… Si te fijas, aquí existe una gran lucha interna y siempre vuelvo al mismo punto, al sufrimiento. (no estoy diciendo que estas actividades no sean beneficiosas sino que ¿desde dónde las hago?).

2- Trabajar, ahondar en aquellos pensamientos, creencias y emociones que me dañan, sin rechazarlos. Ahondando bien en ellos y sintiendo como se manifiestan en mi cuerpo, comprendiéndome y abrazándome. Observa que aquí no hay lucha. Una vez vistos y aceptados, los vamos a cuestionar  a través de la autoindagación (preguntas e inversiones) y a través de tu propia experiencia corporal te vas a dar cuenta que lo que te dices no es tan cierto como creías y tu cuerpo es el primero en evidenciarlo, algo se calma en ti ¿sabes por qué? Porque has vuelto a ti!

PREMISA 2

Existen tres tipos de asuntos:

  • Los míos (los asuntos de los que yo me puedo ocupar)

  • Los tuyos (asuntos que son del otro)

  • Los de la Vida (asuntos de los que ni yo ni el otro nos podemos ocupar)

Para ocuparnos de nuestros propios asuntos es importante antes aprender a discernir cuales son. Y saber que mientras me estoy ocupando de los asuntos del otro o de los asuntos de la vida ¿quién se está ocupando de los míos?

Veamos ejemplos prácticos:

“Mi madre debería comprenderme” Observa como te sientes al pensar esto. Y pregúntate ¿De quién es el asunto? Con sinceridad, al decir esto pretendo que mi madre cambie (sigo peleando con la realidad). Que ella sea comprensiva o no, es su asunto. Mi asunto es cómo reacciono ante este hecho, lo que me digo sobre ello, como lo vivo, lo que me hace sentir y lo que hago con ello. Seguramente al querer cambiar a tu madre para que sea más comprensiva, te sientes sola y triste, estás sufriendo. Un apunte importante: Mientras me digo que ella no me comprende ¿Yo comprendo a mi madre? ¿Me comprendo a mí misma? ¿A mí misma me regalo comprensión? Esto sí que es asunto mío.

“Mi pareja me engañó” ¿De quién ese el asunto? Él me engañó, es su asunto. Puedo discutir y decirme mil cosas sobre lo que creo que debería haber ocurrido o no, sobre cómo él debe o no ser y lo que él debería o no haber hecho… pero.. ¿eso cambiará lo que pasó?  ¿Cuál es mi asunto? Mi asunto es de lo que me puedo yo ocupar y está en mis manos hacerlo, es decir, ¿qué estoy haciendo yo conmigo misma mientras me digo que él me engañó? ¿Qué me digo y cómo me siento?¿Cómo me estoy tratando mientras pienso que él me engañó?  Por mucho que sufra no podré cambiar lo que pasó… el gato seguirá diciendo ¡Miau!

Y… Mientras me estoy ocupando de los asuntos de los otros… de los asuntos de la vida…  ¿Quién se ocupa de mí?

Comprender esto desde la mente, es bastante fácil, pero a la hora de la verdad, en la vida cotidiana, no lo es tanto. Requiere de un trabajo, un entrenamiento y responsabilidad personal. También requiere de una alta dosis de sinceridad, aceptación, comprensión y amor por una misma y esas son cosas que justamente… si indagamos en ello con sinceridad y gran honestidad…estamos buscando incansablemente en el exterior. 

Y de esto va este programa, de ponerlo en práctica a través de un método eficaz del que voy a ir guiándote paso a paso y que a partir de ahora siempre tendrás esta herramienta para utilizarla cuando necesites regresar a ti.

Mañana te enviaré la segunda parte.

 

 

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